CÓMO NACIÓ: 
Louis Comfort Tiffany nació una semana después de que nació el que sería su amigo Thomas Edison, quien tendría mucho que ver en lo que haría famoso a Louis Comfot, sus lámparas Tiffany. Era febrero de 1848. Louis quiso ir a estudiar pintura a Europa, pero su padre le pagó el pasaje y todos los gastos pero para aprender la técnica del vitraux, y aprendió muy bien, y se convirtió en un exquisito artista del vidrio. Cuando volvió a los EEUU se dedicó al vitraux. Hizo muchas cosas con esta técnica, que son obras de arte que dejan enmudecido al que lo mira. Pero su fama se debió a las lámparas. Él fabricaba sus propios vidrios. Pero no eran vidrios de un solo color, aquí está el secreto de la técnica. Los vidrios de Tiffany eran cuadros ellos mismos. Las combinaciones de colores como manchas del impresionismo debian servir para las sombras de los pétalos de las flores, para la gradación de luz de un color o la combinación con sus complementarios. Todo sería obra del color manchado de los vidrios. Cada pantalla de Tiffany es una obra de ingeniería de la geometría y del diseño. Diseñar una pantalla como Tiffany es directamente imposible. A pesar de todo el esmero de la competencia, de la calidad y refinamiento, no existió diseño que se le pudiera comparar en belleza y calidad artìstica a las de Tiffany.

CÓMO SE HACE:
La que hoy se llama técnica Tiffany, consiste en lo siguiente:

Se hace sobre vidrio no opaco, de color intenso. Pasa la luz, pero menos que en el traslúcido. Las imágenes que vemos en la superficie de los vitraux se pintan a mano. Lo hace un experto especialista en el arte del dibujo y la pintura, pero no cualquier pintor sino uno especialista en vitraux. Después de pintar el vidrio, se lo lleva al horno para que se fije la pintura. De estas planchas sacaremos los pedazos que iremos cortando  con una rulina según el modelo, para ir dando forma a algo similar  al mosaiquismo del Imperio Romano.  Pequeños trozos de mosaicos de colores van formando la imagen. En este caso no de mosaico sino de vidrio. Los pequeños trozos de vidrio se unen entre sí mediante varios pasos. Primero, se pule cada pieza cortada dejándola con la forma exacta para el hueco que tiene en el diseño elegido. Segundo, se recubre todo el perfil de cada trocito de vidrio con una cinta de cobre que apenas sobrepasa el borde. Luego se ponen todos los vidrios en contigüidad formando la composición. Tercero, se sueldan las uniones a lo largo de los bordes con estaño. El estaño tiene caer en su justa temperatura para que no se derrame ni quede irregular, Debe caer formando un cordón que tape las juntas.

Por último aplicamos una pátina negra en las soldaduras dándole a la pieza un fino y elegante estilo Tiffany