El vidrio es un material inorgánico duro, frágil, transparente y amorfo que se encuentra en la naturaleza, aunque también puede ser producido por el ser humano. El vidrio artificial se usa para hacer ventanas, lentes, botellas y una gran variedad de productos; es un tipo de material cerámico amorfo.

Éste se obtiene a unos 1650 °C a partir de arena de sílice (SiO2), carbonato de sodio (Na2CO3) y caliza (CaCO3); su fabricación se remonta a la Edad de Bronce; a esta temperatura los átomos de sílice pura se restructuran formando un vidrio perfecto.

En algunos países de habla hispana, el término «cristal» es utilizado frecuentemente como sinónimo de vidrio, aunque en rigor es incorrecto debido a que el vidrio es un sólido amorfo (sus moléculas están dispuestas de forma irregular) y no un sólido cristalino.

Los materiales componentes de vidrio se clasifican en tres grupos:

Materiales vitrificantes, fundentes y estabilizantes:

Su densidad es de 2.5 kilogramos/dm3 y su peso de esta densidad de 2.5 kg/m2. Su dureza es parecida a la del cuarzo, es decir, 6.5 en la escala de Mohs.

Una vez obtenida la masa vítrea, se le añaden sulfuros, óxidos, azufres y selenita para conseguir la masa de color; por ejemplo, el color azul se puede lograr a partir de dos metales, el cobalto y el cobre y para conseguir el tono azul neutro se precisa una pequeña cantidad de óxido de hierro, reforzando la dosis normal de nitrato.

Una vez obtenido el punto el punto de fusión de los componentes del vidrio; éste debe pasarse a un horno recocido para eliminar y repartir las tensiones con un enfriamiento lento; pudiéndose utilizar ya.

Lic. Miriam Palacios Aguilar Casa Sáastun. Arte en Vidrio MR- 2019